
¡Saludos cordiales, estimados lectores y lectoras! En esta nueva oportunidad, me complace compartir con ustedes una viaje fresco y vibrante, una crónica vivida que rebosa de colores intensos, sonidos variopintos y vivencias trascendentales. Durante un día excepcionalmente inolvidable, tuve el inmenso privilegio de sumergirme en la esencia misma de una ciudad cuyo nombre resuena con fuerza en los rincones más remotos del planeta: la fascinante Buenos Aires, en nuestra amada Argentina.
Fue un día como ningún otro, en el que me adentré en un enclave muy especial de esta metrópoli argentina, un rincón con una esencia única y una vibrante personalidad. Me refiero a la estación Flores del tren Sarmiento, una verdadera joya oculta en el bullicioso corazón de la capital. Flores, con su aire encantador y su atmósfera rebosante de vida, es una metáfora perfecta de la Argentina que tanto amamos: multifacética, llena de encanto y sorprendente en cada uno de sus rincones.
Hoy, los invito a embarcarse en esta aventura junto a mí, a explorar las calles de Flores, a sentir el palpitar de Buenos Aires y a descubrir, paso a paso, cómo se entreteje la vida en este apreciado rincón de la red ferroviaria. Bienvenidos a este viaje narrativo, una experiencia llena de matices y detalles que nos brinda una oportunidad única para sumergirnos en la vida y el color de Buenos Aires. ¡Acompáñenme!
Un viaje al pasado: la estación Flores. Preparativos para un viaje memorable

Empezó como un día ordinario, pero lo que se desplegaría más tarde sería un viaje inolvidable. Para embarcarme en esta aventura, necesité adquirir un billete de tren desde la estación Once, un punto de inicio emblemático en el corazón de Buenos Aires. Utilicé para ello mi fiel aliada en los desplazamientos, la Tarjeta SUBE, una herramienta esencial que todo viajero debe poseer en Argentina.
La Tarjeta SUBE no solo es económica, sino también sumamente práctica, facilitando enormemente el tránsito por esta ciudad bulliciosa y diversa. Para más detalles sobre esta tarjeta y cómo aprovechar al máximo sus beneficios, los invito a visitar mi página donde explico todo lo necesario para tener tu Tarjeta SUBE.
La llegada a la estación de Flores. Absorbiendo la energía vibrante
Al descender en la estación de Flores, una oleada de energía vibrante me envolvió inmediatamente. Es un lugar donde se siente un hervidero de vida, de encuentros y despedidas, de historias que se entrecruzan, se unen y se separan a cada momento. El entusiasmo y la vitalidad del lugar son abrumadores, y uno puede sentir casi físicamente cómo se vive y se respira en cada rincón de este espacio.
Un encuentro con la historia
La estación Flores, emplazada entre las calles Artigas y Condarco, es una joya arquitectónica de 1885, cuya majestuosidad ha resistido el paso del tiempo y las vicisitudes de la historia. Los residentes locales, orgullosos guardianes de la memoria del lugar, me relataron cómo el primer edificio que se levantó aquí era un modesto tinglado de madera y cartón, ubicado en la ubicación actual de las calles Caracas y Gavilán.
Reflexiones finales sobre la visita
El poderoso contraste entre el modesto origen de la estación y su grandiosa presencia actual añade una pincelada nostálgica y evocadora a mi visita. Flores estación es un lugar en el que el pasado y el presente coexisten, en una danza continua de cambio y preservación. La estación Flores, con sus sólidos muros y sus amplios andenes, narra en silencio las innumerables vidas y historias que han transitado por allí, ofreciendo a cada visitante un vistazo al pasado y una reflexión sobre la inevitable marcha del tiempo. Esta visita me ha permitido apreciar de cerca el valor y la belleza de esos lugares que guardan, como cofres del tiempo, las huellas tangibles de nuestro pasado y las esperanzas de nuestro futuro.
El Pulsar de la Estación: Una Mezcla Única de Hospitalidad y Funcionalidad
Mi viaje por el corazón de la estación Flores, un punto neurálgico de la vida porteña, donde la arquitectura del siglo XIX se funde con la vitalidad del presente. El bullicio constante, el ajetreo diario, el sonido ensordecedor de los trenes llegando y partiendo se mezcla con una calidez innegable que es característicamente argentina. Este lugar no sólo es una estación de tren, sino que es un crisol de vida y una caja de resonancia de la hospitalidad local.
La estación Flores es un lugar en el que se puede ver la esencia de la vida porteña en cada rincón. Desde los servicios esenciales, como las boleterías y los baños, hasta las rampas para personas con movilidad reducida, la estación brinda una facilidad de acceso y un ambiente acogedor que es una verdadera joya en medio de la ciudad.
Un Mural de Recuerdos y Un Corazón de Servicios
En mi primera visita, me topé con un mural que adornaba la estación, basado en el libro “Crónica del Ángel Gris», una obra del autor Alejandro Dolina que se inspiró en el barrio estación de Flores para su relato. Lamentablemente, este vibrante mural ha sido reemplazado por una gran pared gris. Esta pared, aunque es un recordatorio triste de lo que una vez fue, también sirve como una metáfora de cómo las cosas cambian, pero la esencia de Flores permanece.

La seguridad es una prioridad en la estación Flores, y las señales de esta atención al detalle son evidentes. Pero quizás uno de los aspectos más impresionantes es el KIOSKO. Ubicado justo dentro de la estación, este pequeño comercio se convierte en un oasis para cualquier viajero que busque un tentempié rápido. Desde snacks hasta bebidas y otros productos esenciales, el Kiosco es un punto de parada obligada antes de subir al tren.
Flores estación: Un Nodo de Conexiones y la Sombra de un Pasado Trágico
No obstante, lo que me fascinó aún más fueron las innumerables conexiones de transporte que se pueden hacer desde esta estación. Pude acceder a una gran cantidad de colectivos, entre ellos: 1, 2, 5, 8, 25, 49, 53, 55, 63, 76, 85, 86, 88, 92, 96, 99, 113, 132, 133, 134, 136, 145, 163, y 180. Me resultó sencillo llegar a la estación San José de Flores de la línea A del subte, un paseo de apenas tres minutos a pie. La eficiencia del subte es admirable, permitiéndome llegar a varios puntos de interés de Buenos Aires en un abrir y cerrar de ojos. Estas conexiones hacen de Flores un punto neurálgico en la red de transporte de Buenos Aires.
Dias oscuros que no hay que olvidar en el ferrocarril Flores
Salida dirección Once
De lunes a Viernes:
Primero 04:10 – Ultimo 23:58
Sábados
Primero 04:10 – Ultimo 23:58
En domingos y festivos:
Primero 05:08 – Ultimo 23:58
Salida dirección Moreno
De lunes a Viernes:
Primero 03:39 – Ultimo 23:25
Sábados
Primero 03:41 – Ultimo 23:25
En domingos y festivos:
Primero 04:34 – Ultimo 23:25
No obstante, la estación Flores también guarda un recuerdo trágico, un hecho que marcó un antes y un después en su historia. El 13 de septiembre del 2011, la estación fue el escenario del trágico accidente ferroviario de Flores cuando un tren del ferrocarril embistió a un colectivo que había cruzado la barrera de Artigas en una posición incorrecta. Este recuerdo amargo añade una nota sombría a la historia de la estación, pero también sirve como recordatorio de la importancia de la seguridad en el transporte público.
A pesar de esta tragedia, la estación Flores sigue siendo un pilar en la vida de la ciudad. Con su arquitectura impresionante, sus servicios indispensables, y sus conexiones de transporte, la estación es un hervidero de vida, una encrucijada de destinos y un monumento al constante flujo y cambio de la vida urbana.
Explorando Más Allá de la Estación: Calles, Plazas, y Patrimonio de Flores
Puedes dar un paseo andando o decantarte por ir en bici. para esto Buenos Aires es una ciudad que apuesta por la movilidad sostenible, y la Estación no es la excepción. A pocos pasos de la estación, encontrarás varias estaciones de Ecobici, el popular servicio de alquiler de bicicletas de la ciudad.
Conectando Flores con Ecobici
Desde la estación, es fácil llegar a las estaciones de Ecobici más cercanas. Al salir de la Estación Flores, dirígete a la avenida Carabobo y encontrarás la primera estación de Ecobici. Esta es una opción ideal si quieres evitar el tráfico y disfrutar de un agradable paseo por todo el barrio de Flores.
Plaza General Pueyrredón: Un Remanso de Paz en el Corazón Urbano

Luego de recorrer la estación de Flores, mi viaje me llevó hacia un santuario verde en medio de la jungla de concreto, la Plaza General Pueyrredón (ver cómo llegar aquí). Esta plaza, ubicada a la altura de la avenida Rivadavia, es un remanso de paz y tranquilidad, un refugio perfecto para descansar después de un día de exploración.
Los sábados, la plaza cobra vida gracias a la feria artesanal y de frutas, un verdadero espectáculo de color y sabor que ofrece un maravilloso vistazo a la vida local. Un monumento dedicado a Juan Martín de Pueyrredón vigila la plaza, añadiendo un toque de historia al ambiente relajado.
Aquí puedes sentirte seguro, ya que la presencia de efectivos policiales custodian el lugar. Además, para los amantes de la bicicleta, la plaza alberga una parada de Ecobici, ideal para alquilar bicicletas y recorrer Flores.
Basílica de San José de Flores: Una Joya Arquitectónica y Espiritual

La Basílica de San José de Flores (ver cómo llegar aquí) fue otra parada en mi recorrido. Este majestuoso edificio, construido entre 1879 y 1883, es un testigo silencioso de la devoción y la fe de los porteños.
Al entrar, me envolvió la belleza del altar y la acústica del lugar. Los domingos, el templo se llena de feligreses que acuden a misa, dándole un toque especial. Aquí también se encuentra la imagen de San José Dormido, una preciosa donación del Papa Francisco en marzo de 2023. Además, es el hogar de Santa Rosa de Lima y el Señor de los Milagros, y un lugar donde los necesitados reciben ayuda con alimentos.
Casa Marcó del Pont: Cultura y Historia en Flores
Finalmente, llegué a la Casa Marcó del Pont (ver cómo llegar aquí), un tesoro histórico de Flores que funciona como un Centro Cultural. Esta antigua quinta familiar, declarada Monumento Histórico Nacional, guarda la historia de la construcción del Ferrocarril Oeste de Buenos Aires y la transformación del barrio.
La Casa Marcó del Pont es un epicentro cultural donde se imparten cursos y se ofrecen espectáculos para todas las edades. Me sorprendieron especialmente las clases gratuitas de percusión y bordado que se ofrecen los domingos por la tarde.
Además, la Casa Marcó del Pont también alberga el Espacio Cultural Marcó del Pont, donde se exponen obras de arte y se organizan diversos eventos culturales. Aquí, es posible disfrutar de narraciones, música, teatro, cine, y presentaciones de libros, entre otras actividades. Y si eso no fuera suficiente, cada año, a principios de marzo, se abren inscripciones para talleres gratuitos que comienzan en abril.
Esta exploración por los alrededores de la estación Flores me permitió descubrir la riqueza cultural y el encanto local del barrio. Entre plazas llenas de vida, templos cargados de devoción y espacios culturales vibrantes, Flores es un testimonio de la herencia histórica y la vitalidad de Buenos Aires.
Saboreando Flores: Una Aventura Gastronómica
Las cercanías de la Estación Ferrocarril Flores ofrecen una gran cantidad de lugares para explorar y disfrutar. Desde espacios de arte y cultura hasta la gastronomía local, algo que no pude pasar por alto, todos tenemos que comer ¿no?.
La Porota Parrilla & Restaurante: Una Travesía por los Sabores Tradicionales

Mis periplos por Flores no estarían completos sin zambullirme en la deliciosa gastronomía que este barrio tiene para ofrecer. Uno de los sitios que tuve la oportunidad de visitar fue La Porota Parrilla & Restaurante (puedes ver cómo llegar aquí).
Al entrar a este viejo bodegón, me sumergí en una atmósfera de auténtica cocina argentina. La Porota Parrilla & Restaurante es el lugar idóneo para probar un buen asado y no podía dejar pasar la oportunidad de hacerlo. El servicio, a pesar de que el local estaba lleno, fue excelente y comprensible si se demoraban un poco.
Pedimos unas ricas ruedas de ramas fritas, crujientes y doradas a la perfección. La estrella de la noche, sin embargo, fue el matambre vacuno acompañado de un suave y cremoso puré de papas. La generosidad de las porciones y la calidad de los ingredientes hicieron de esta una experiencia gastronómica inolvidable.
UNA BRASA – Parrilla & Minutas: Un Festín de Carnes
Mi aventura culinaria en Flores continuó en UNA BRASA – Parrilla & Minutas (puedes ver cómo llegar aquí). Me habían recomendado este lugar por la abundancia en sus platos, y la realidad superó las expectativas.
Al pedir una parrilla para dos, nos encontramos frente a un verdadero festín. No solo la cantidad fue asombrosa, sino la calidad y sabor de cada corte de carne nos dejó boquiabiertos. La carne cortada a cuchillo y perfectamente asada, se deshacía en la boca con cada bocado.
Aunque el tamaño de la parrillada era descomunal y no pudimos con todo, el ambiente cálido y la atención amigable de los gerentes hizo que la espera y la comida fueran una verdadera experiencia agradable y única.
Descubriendo Buenos Aires: La Estación Flores y su Vibrante Encanto
Este periplo te ha guiado a través de la vibrante vida que rodea la Estación Flores, desvelando su rica historia, los servicios disponibles y su conexión con el barrio circundante. En esta travesía, queda claro que la estación no es solo un nudo de transporte, sino un elemento vital en la trama urbana de Buenos Aires.
Partiendo desde la comodidad para acceder al Subte y a las estaciones de Ecobici, hasta su cercanía con la Estación Once, Flores emerge como un cruce esencial para la movilidad en la ciudad. Sin embargo, su funcionalidad se extiende más allá de su uso como un mero punto de tránsito.
Alrededor de la estación, se abre un universo de descubrimientos. La Plaza General Pueyrredón, un oasis verde en la metrópolis, la cultura vibrante del Espacio Cultural Marcó del Pont, y la irresistible gastronomía que encuentras en lugares como La Porota Parrilla & Restaurante.
Por lo tanto, la Estación Flores se transforma en algo más que una simple parada en tu itinerario; se erige como un punto de partida para una aventura fascinante en la siempre sorprendente Buenos Aires. Así que, si aún no lo has hecho, ¿a qué esperas para explorar todos los tesoros que la Estación Flores tiene para ti?